El partido se decidió en dos sets (6-3; 6-3) que se extendieron durante algo más de una hora de
juego.
La tenista suiza Bandecchi supera en una entretenida pero rápida final a Geerlings en la
jornada tenística dominical. La granadina contaba con el apoyo del público, pero pecó de
juventud ante una siempre competitiva Susan. De este modo, la helvética confirmó las
sensaciones que dejó desde el primer punto que disputó en el Open JCastillo-Occident W35 allá
por primera ronda y, finalmente, se proclama ganadora de un ITF tres años después del último.
A las once y media de la mañana estaba todo preparado en la Pista Occident del Club Cid Hiaya
para recibir a las jugadoras que iban a protagonizar la final de este año. A través de un pasillo
humano formado por los recogepelotas accedieron a pista previo llamamiento del presentador
en una entrada al más puro estilo boxeo. En primer lugar, Ariana Geerlings, la aspirante. Tras
protagonizar la mayor hazaña del torneo -eliminar en la ronda de Cuartos a la cabeza de serie
número uno, Justina Mikulskyte- y doblegar a su rival Amy Zhu en un choque vibrante de
semifinales, afrontaba el último escollo que debía superar si quería proclamarse como
ganadora. Tras ella llegaba el turno de la teórica favorita. La suiza se plantaba en la final con
puño de hierro, sin ceder ni un set y secando en semifinales a Alina Charaeva. Cabeza de serie
número seis cuando aterrizó en la localidad bastetana, se postuló desde el comienzo de la
competición como la rival a batir.
Con un plan de entrenamientos específicamente centrado en los servicios, la de Suiza ganó
poderío en el juego con saques que iban medidos con precisión quirúrgica. Aún así, ninguna
rompía a la que tenía enfrente y así se llegó hasta el 4-3. Turno de la española para igualar el
tanteo, pero que acabaría cediendo para quedar al borde del precipicio en el set inicial.
Sentenció Bandecchi y la manga que abría la final quedaba en sus dominios.
El segundo set arrancó con la misma entereza mostrada hasta ahora por la cabeza de serie
número seis, que físicamente se mostraba más fresca que Geerlings. A medida que progresaba
el encuentro iba preparándose para el punto definitivo que la acabara coronando, con Ariana
frustrada luchando continuamente contra un muro que le devolvía todas las bolas hasta los
límites de la cancha, y mentalmente aún más agotada. Se resistía a perder, pero Susan
Bandecchi no iba a dejar escapar una sensación que había olvidado, desde que en 2022
sufriera una dura lesión que la hizo apartarse de este deporte temporalmente.
Por tanto, cerca de la una del mediodía ya estaba la Pista Occident engalanada con los
preparativos correspondientes al acto de la entrega de premios. Tuvo lugar para el comienzo la
entrega de un obsequio -estatua de la Dama de Baza, réplica del trofeo que se entrega a las
finalistas- hacia el árbitro principal de la final, el suplente y el supervisor de la ITF, así como
también para el recientemente nombrado Presidente de la Federación Andaluza de Tenis,
Alberto Rodríguez. Inmediatamente después la ceremonia viró hacia las verdaderas
protagonistas del día, y Ariana Geerlings como subcampeona y Susan Bandecchi como
campeona pudieron recibir su distinción ganada meritoriamente a lo largo de esta semana.
Finalizó el momento Manuel Navarro, presidente del Club Cid Hiaya, quien con micrófono en
mano agradeció a los asistentes su presencia en el duelo definitivo, así como para advertir a los
movilizados sobre que para la edición del año que viene, que coincide con el cincuenta
aniversario desde que se fundó el complejo deportivo, pretenden subir aún más el nivel,
aunque para ello necesitarán el respaldo máximo de las instituciones, como han venido
haciendo hasta ahora.